
MALLORCA, DESTINO GASTRONÓMICO
La isla de las estrellas… y de las llaves Michelin
Ser un destino gastronómico es una forma de turismo en sí misma. Combinar gastronomía, cultura, compras y patrimonio es, sin duda, una de las maneras más eficaces de conquistar a los viajeros a la hora de elegir entre un destino u otro.
Modena, por ejemplo, se ha hecho famosa en todo el mundo no solo por su vinagre balsámico, sino también por acoger la Osteria Francescana, el célebre restaurante de tres estrellas Michelin del chef Massimo Bottura, considerado durante varios años el mejor del mundo según la guía Michelin.
En este sentido, Mallorca se posiciona con una oferta gastronómica excepcional. Más allá de su catedral y de sus paisajes inolvidables —entre mar y montaña—, la isla cuenta con auténticas joyas culinarias que bien merecen una visita.
Muchos hoteles de lujo han abierto sus restaurantes al público general, confiando sus cartas a chefs de renombre internacional. Hoy en día, no pocas propiedades se esfuerzan por conseguir no solo las prestigiosas estrellas Michelin, sino también las codiciadas Llaves Michelin, el nuevo reconocimiento introducido por la guía en 2024 para certificar la excelencia en hospitalidad. El máximo galardón son tres Llaves, y Mallorca ya cuenta con 14 establecimientos premiados bajo este distintivo.
“Si viajar es una forma de arte, acoger a quien viaja también lo es.”
— Marco Do, Director de Comunicación y Relaciones Externas de Michelin Italia.
Con poco más de 3.600 km² y cerca de 800.000 habitantes de múltiples nacionalidades, Mallorca demuestra que no hacen falta grandes dimensiones para destacar: en las Islas Baleares hay 10 restaurantes con estrella Michelin —nueve con una estrella y uno con dos—.
Desde tabernas populares hasta hoteles de ultralujo, pasando por restaurantes de autor, la isla tiene una trayectoria de hospitalidad que abarca todos los perfiles, donde la buena mesa se une con su naturaleza privilegiada, sus pueblos con encanto, iglesias, museos y monumentos que rebosan tradición y cultura.
En este 2025, Mallorca se consolida como mucho más que un destino gastronómico: se presenta como un enclave exclusivo, lleno de elegancia, rincones cautivadores y con todos los servicios de una gran capital, ideal tanto para los visitantes como para quienes tienen la suerte de convertirla en su hogar.
El Hotel BonSol, con más de 70 años de historia, sigue fiel a su esencia: mejorar sin perder su autenticidad. Su misión es ofrecer un servicio atento, una gastronomía cuidada y una experiencia completa en un entorno donde el relax, el buen comer y el mar Mediterráneo son los grandes protagonistas.
Y no, por ahora ni estrella ni llave Michelin… ¡pero mucho corazón y más de una sonrisa asegurada!