
EL OVERTOURISM
Con la calma del otoño y el frescor del invierno a la vuelta de la esquina, podemos empezar a hacer balance del verano que acaba de pasar y escuchar los ecos de las voces de todos los implicados en esta extraordinaria temporada turística.
El sobreturismo fue el protagonista indiscutible del verano europeo, instagram y tik tok se consideraron los vehículos que dirigían a las masas, abarrotando aún más los destinos turísticos más populare, creando nuevas rutas en lugares ajenos a los mismos circuitos turísticos.
En Roma, la iglesia de San Ignacio de Loyola fue tomada al asalto por los tiktokers, no por los frescos y obras de arte de su interior, sino por la presencia de un espejo que, gracias a un juego de perspectivas, se presta a crear el selfie perfecto. En resumen, un lugar conocido por pocos, silencioso, dedicado al culto y la oración, en poco tiempo se ha transformado en un catalizador de contenidos artísticos que se publican en redes sociales, con las consiguientes colas para visitar la Iglesia.
Destinos anónimos que se hacen virales, lugares turísticos que se hacen cada vez más populares, ciudades artísticas tomadas por asalto, y entre estos codiciados destinos sin duda no podía faltar nuestra maravillosa Mallorca.
La isla más grande de las Baleares, como tantas localidades costeras de España, ha experimentado un aumento del flujo turístico estimado en torno al 10% con respecto al mismo periodo del año 2023 (que ya había sido un año extraordinario). En algunas ciudades españolas, la afluencia de turistas ha sido tan fuerte que los políticos se han visto persuadidos a tomar medidas para frenar este fenómeno creciente.
¿Bastará con limitar los alquileres a corto plazo? ¿Aumentar los impuestos turísticos? ¿Introducir tasas de entrada o visados? ¿Obligar a los turistas a rellenar «formularios» que soliciten información personal, datos sensibles sobre la naturaleza del viaje?
Es cierto que el impacto del turismo de masas en algunos destinos se ha vuelto insostenible y que la llegada de millones de personas a un mismo lugar causa graves problemas a los residentes que viven allí, pero estamos convencidos de que para hacer frente a este nuevo reto global se necesita una estrategia compartida entre las partes y, sobre todo, la voluntad de promover siempre un turismo sostenible y responsable.
El Hotel BonSol Resort & SPA siempre ha sido pionero en el movimiento del turismo sostenible y responsable y defenderá siempre este modelo. Desde sus orígenes u fundador, Antonio Xamena gran apasionado de la naturaleza apostó por una arquitectura que diese lugar a la cohabitación con la naturaleza y así sigue siendo, como demuestran nuestros más de 8000m2 de jardines que mantenemos a día de hoy. Además de la implementación de iniciativas como la compensación de CO2 con extensas plantaciones de árboles en Costa Rica, entre muchas otras y de manera incansable, siempre estudiando como reducir nuestro impacto ambiental y proteger nuestro maravilloso territorio y planeta, mientras seguimos dándoles felizmente la bienvenida a cada uno de Ustedes a este pequeño rincón de paraíso, que es Mallorca y por supuesto el BonSol.