
¡EL FUTURO ES VOLVER!
Una de las reglas fundamentales de la escritura es hacerse entender por los lectores, sin dejar nunca nada por sentado. Para los no iniciados, CONDE NAST Publication es el santo grial de los editores de revistas, con una cartera de revistas que van de Vogue a Vanity Fair, de Bon Appetit a AD Architectural Digest e incluso revistas de golf, música y tecnología. Conde Nast Traveler es el Ferrari (perdón por el patriotismo) de las revistas de viajes, basta tocarla para tener la sensación de tener algo precioso entre las manos, una revista que se convierte en un mueble cuando se coloca sobre una mesa y que difícilmente puedes dejar de lado después de leerla. La portada platinada insinúa lugares que uno anhela descubrir y visitar, y ¿quién sabe cuántos viajes habrán comenzado idealmente a partir de estas páginas? ¿Cuántos lectores se habrán dejado llevar por las bellas fotos y el contenido? ¿Cuántos, después de cerrar la revista, habrán convertido una idea en un billete de avión?
¡Esperemos que muchos! Dado que el Conde Nast Traveler de este mes ha elegido contar nuestra historia, la de un hotel familiar que lleva más de setenta años funcionando, manteniendo una tradición de hospitalidad inalterable a lo largo del tiempo. Quizá la clave de esta inesperada selección esté en una frase acuñada en 2022 por el jefe de contenidos de Conde Nast Traveler, David Moralejo, en el editorial de diciembre de ese año, con el sector saliendo de los duros meses de la pandemia, en sus palabras daba esperanza y buenos deseos al mundo del turismo y esbozaba una nueva temporada para los viajes: EL FUTURO ES VOLVER.
“En Condé Nast Traveler tenemos la certeza de que el futuro es volver, de que todo irá bien mañana si hoy nos esforzamos en recuperar aquello del pasado que nos hizo mejores. No se trata de aferrarse a la nostalgia, sino de constatar que los trenes viven nuevos días de esplendor, que destinos otrora infravalorados compensan cada vez más el frenesí del turismo de masas o que los hoteles saben que conectarse no es únicamente ofrecer wifi, sino implicarse con la cultura local.”
Estas palabras en cierto modo nos representan a “los hoteles que tienen tanta vida por delante como historia a sus espaldas“, también las sentimos como propias y recogen una parte del alma de nuestro trabajo.
Gracias Conde Nast Traveler por dar espacio al Hotel Bonsol Resort & SPA en tus páginas, gracias por enamorarte de nuestra pequeña historia familiar y gracias de nuevo a David Moralejo por contarla.
Por nuestra parte, seguiremos trabajando duro temporada tras temporada para seguir siendo lo que somos: una familia desde 1953, avanzando pero siempre con la mirada puesta en el pasado…
Federico Giannini