ARTESANÍA DE BALEARES
Durante una cena en casa de unos amigos, me encontré con un viejo libro sobre la artesanía en Mallorca, una auténtica guía —completa con direcciones y nombres— en la que se enumeraban muchos de los antiguos oficios presentes en las comunidades locales de la isla, pequeñas empresas dedicadas a la producción de excelentes productos agroalimentarios, artesanías típicas, desde la madera a la marroquinería, desde la cerámica al hierro forjado, que conformaban los mapas de un auténtico patrimonio cultural.
«La guía de la artesanía de Baleares» es un importante testimonio de los muchos oficios que hoy están al borde de la extinción y muestra cómo, en los 40 años transcurridos desde su publicación, el tejido económico y social de la isla ha cambiado lamentablemente de manera sustancial. Buscando en Google los nombres que figuran en la «relación nominal de artesanos de Baleares» es difícil encontrar pruebas de la existencia de tantos oficios, todos ellos muy similares a las viejas guías telefónicas de papel de antaño que ya nadie utiliza.
En la era digital, confiamos nuestros recuerdos a los ordenadores, estamos acostumbrados a almacenar fotos, memorias y números de teléfono en nuestros teléfonos móviles, confiamos mucho más en los discos duros y en los servidores virtuales que en carpetas, archivadores, el lápiz y el papel, y sin embargo, y añado gracias a Dios, todavía existen algunos oficios que se realizan simplemente “ensuciándose las manos”.
Gracias a unos pocos, la tradición artesanal de Mallorca afortunadamente sigue viva y algunos de sus productos y oficios se han convertido en verdaderos símbolos de la isla, pensemos en la marroquinería, el calzado, el vidrio, sus tejidos de “llengües”, la palma y como no, la cerámica.
La idea va inmediatamente a ese componente de creatividad del «saber hacer», la habilidad manual y la producción de objetos únicos, como fue el caso de “BonSoul” cuando buscando marcas de artesanía local para dar vida a este proyecto, pidió a una pequeña empresa artesana local que produjera cerámicas únicas, que por su diseño, concepto y color, nos recordaran a Mallorca, su Sol, su vibra, su verano, en definitiva al alma del Hotel BonSol.
Y así fue, Vimbi Vimbi, o mejor dicho sus creadoras, Natalia de Nicolás y Ana Nadal, entendieron de inmediato la idea que se les presentó y como describen las fundadoras de BonSoul: “sentimos que les apasionaba el concepto de hacer una colección inspirada en el Sol, el BonSol”.
Además, como demuestran por sí solas las piezas que conjuntamente se crearon, consiguieron plasmar y dar forma a una hermosa colección de cerámica artesanal, sin torno, que huele a verano, a Sol, a Mallorca, a vacaciones, como ninguna otra de la que hayamos sido testigos. Han conseguido dar forma a platos, velas, jarras, tazas… transformándolos de meros objetos cotidianos, en piezas artísticas únicas, transportadoras de esa alma BonSol.
Agradecidos estamos, sin duda alguna, los amantes de la artesanía a estas figuras que deciden dedicarse a la antigua tradición de trabajar, en este caso la arcilla, retomando el legado de producciones pasadas, añadiendo nuevos y sugerentes diseños que tanto nos han cautivado.